Con frecuencia nos miramos demasiado el ombligo y no siempre es para bien. ¿Tenemos más defectos que virtudes? ¿Saldremos de ésta por nosotros mismos?
Con frecuencia nos miramos demasiado el ombligo y no siempre es para bien. ¿Tenemos más defectos que virtudes? ¿Saldremos de ésta por nosotros mismos?