Las campañas electorales, durante años, no han sido definitivas para cambiar la intención del voto de los ciudadanos.
El bipartidismo primaba al PP y al PSOE, pero en esta ocasión, el voto está mucho más dividido y los indecidos esperan a última hora a definir sus peferencias.
En nelación a este tema, en embloga2 defendemos posturas distintas.